Lizbet Alejandra García Fonseca
La modernidad se percibe a sí
misma como una época histórica la cual en sus inicios tenia fines humanistas
con una visión futurista de progreso totalmente lineal pero en el cual vemos
como el capullo del capitalismo comienza a abrirse y a expandir su ideología
intentando posicionarla como la base fundamental de una sociedad racional.
Max Weber nos plantea que la
modernidad está impregnada de racionalización ya que en occidente el hombre
moderno tiene una mentalidad sujeta a la institucionalización y al modo de
organizar la producción que afecta su comportamiento y le da nuevas
motivaciones, creando un nuevo estilo de vida pasando por el formalismo, la experimentación
y sobre todo la sistematicidad.
Se hablaba mucho acerca de
que la modernidad seria un periodo de estabilidad, tranquilidad y progreso a
partir de los avances en ciencia y
tecnología, y por supuesto hubo, hay y habrá muchos mas avances tecnológicos y
científicos, sin embargo, puedo ver que el hombre logró alcanzar esa comodidad
que buscaba pero el precio es igual de alto ya que poco a poco comenzó a perder
lo mas valioso que como ser humano puede poseer, su humanidad, su amor por la
vida y el respeto por el otro.
En nuestros días ya se habla
mucho acerca de la posmodernidad, donde todo tiene un lugar. Esta es una
apertura a la psique perdida, es una invitación al espíritu humano a renacer, a
regresar para formar parte del individuo, que cada ves se atomiza más y más,
pero los cuales, sin embargo continúan entrelazados no solo por su condición
humana y la necesidad de relacionarse por el miedo a la soledad sino por un
complejo sistema de manipulación masiva que impone la forma de pensar de las
colectividades.
Muy pronto la realidad que
vivimos como seres modernos nos atrapa en un mundo mecanizado donde el poder se
concentra en los saberes de la fuerza productiva y acumulativa que tenían su
centro en la economía y en el estado. Esta nueva sociedad moderna tenía su razón
de todas las cosas en la ciencia y perseguía un progreso y un desarrollo que no
miraba hacia atrás, todo lo creado podía ser mejorado y como principio básico
del capitalismo, desechable, para fomentar un consumismo. Por esto que todo en la realidad fuera fugaz,
transitorio y pasajero; solo algunas cosas no fueron tan triviales en la
sociedad del progreso y se les puede clasificar como clásicos. “Arrancar de la
moda lo que lo histórico tiene de poético, lo que lo fugaz tiene de eterno”[1]
La modernidad tiene su
propio estilo de subsistencia por el cual tiene que lograr estabilizarse a sí
misma, por tal motivo evade cualquier similitud con las épocas pasadas, es una
nueva época que existe orientada hacia el futuro, abriendo nuevos caminos por
medio de la razón y al ciencia para provocar un progreso constante, de aquí que
el tiempo juegue un papel muy importante acelerando la conciencia del presente
para formar una heterogeneidad del futuro.
Según Hegel el “espíritu de
la época” entiende a la historia como un “Proceso unitario generador de
problemas, a la vez el tiempo es vivido como un recurso escaso para la solución
de problemas.”[2],
por el cual el tiempo que se vive es de renovación continúa.
Esta época es abanderada por
una revolución científico-técnica, la forma de vida es moldeada por las tecnologías
de punta, la filosofía de vida del hombre moderno es “Hacer creer que lo más
racional y humano es lo que mantiene y hace funcionar al sistema”[3]. Los creadores de
tecnología abrazan la funcionalidad para hacer de ella el estereotipo de
producto perfecto, puesto que estamos hundidos en un modo de producción
consumista, pero debido al proceso lineal de la modernidad el obsoletismo está
en la puerta y ya no toca para entrar, está presente siempre haciéndoles
ver los modernistas que pusieron en
marcha un mecanismo que ahora no pueden parar. Esta revolución tecnológica lleva
incluso a colonizar el sistema y a gobernar la opinión pública con mayor disciplinamiento
y control, por esto que los mass media son rehenes del sistemas que los
catapulta tecnológicamente, sin embargo estos pagan un precio muy alto en el cual tienen que renunciar a su derecho
de veracidad y libertad de expresión. Los mass media juegan un papel
fundamental en la unificación de la conciencia social, pues pertenecen al
estado y presentan un pluralismo de imágenes y razones del mundo por esto Hegel
descubre la propensión a las crisis que sufre la modernidad porque está basada
en un subjetivismo que a la vez se basa en un individualismo, poniendo a cada
ser humano con sus ideas como verdaderos pero solo relativas a una visión
particular.
En la modernidad la
heterogeneidad de ideas hace crecer el número de explicaciones de la realidad y
para el génesis de la existencia misma minando con esto la religión y siendo
desplazada por la economía y muchas otras razones que encuentran rechazo y negación unas de las otras intentando que cada
una tenga la mejor respuesta .Con esto la religión pasa a ser relativa y de
opción personal, el ser humano solo se detiene para ver la fragmentación de la razón.
Ya no hay un centro una ideología única. “La muerte de Dios va a demostrar
todas sus consecuencias sacudiendo, hasta resquebrajarlo, el edificio racional
moderno.” [4] El hombre despierta frente
a un espejo y descubre su sociedad fundada en un híper-individualismo
narcisista.
Primero “yo”, después “yo” y
al último “yo”, el desplazamiento de la religión históricamente unificadora y
el individualismo nos conducen a la deshumanización de la sociedad y a la razón
como unificadora de masas, la historia necesita reencaminarse, la modernidad ya
no es sustentable para la vida y evolución humana. “La modernización social no
podrá sobrevivir a la declinación de la modernidad cultural de la que ha
surgido, no podrá resistir al anarquismo “irrevisable por el pensamiento” en
cuyo sigo se pone en marcha la postmodernidad”.
Con la crisis del humanismo
como primera y más notable consecuencia de la modernidad estamos listos para
una evolución de la sociedad y una rebelión en contra de la época
deshumanizadora. Donde el apartado tecnocientífico amenace con destruir a la humanidad
los postmodernistas rechazaran la razón capitalista del trabajo social.
Vivimos en un periodo de transición
donde la verdad es irreal, donde la verdad es rehén del estado y las mentes son
secuestradas por los mass media. La información que se transmite son hechos
secundarios y triviales que nos hacen seres irreflexivos y espectadores
pasivos, la saturación de información irrelevante nos hace perder de vista lo
importante siendo sustituido por lo trivial.” La televisión agranda el mundo
perceptible y encoge el mundo pensante.”[5]
La tecnología, la ciencia y
el capitalismo han destruido el proyecto de la modernidad y al igual que esta
la postmodernidad tampoco quiere seguir los modelos y patrones de este fallido
proyecto sino superarlos, logrando una verdadera evolución del humano y con
esto “Evitar crear resignados que se sucedan en el paso del progreso las
irracionalidades del sistema”[6] y que sea el mismo sr
humano quien decida su destino y no los aparatos burocráticos.
En esta transición hacia el postmodernismo
encontraremos que el saber es parte fundamental del progreso de la sociedad ya
que si los mensaje existentes no son rico en contenido y fáciles de descifrar, sería
como quitarle gasolina a un auto, la sociedad no avanzaría por falta de
información y nuevas redes intelectuales a modo que el poder regresará a la
sociedad por medio del saber y el conocer y solo para el sector capacitado por
lo cual el poder será trasladado a la sociedad por medio de la empresa y los
mass media. “El saber es y será producido para ser vendido”[7] el estado pasara solo a
ser el legitimador de dichos paradigmas y leyes.
Pero lo que realmente busca
la postmodernidad es la construcción de una nueva realidad pues critica las
propuestas modernas no alcanzadas, quiere, necesita y suplica por una
reunificación de la humanidad evitando la pluralidad de razones, buscando el
poder unificador en el amor, convirtiendo a la sociedad fragmentada, nuevamente
en comunidad cíclica, sustentable y humanista que nos lleve a la transición de
un nuevo sistema, a la “Reescritura de la sociedad y cultura modernas”.[8]
No puedo dejar de
reflexionar en la forma en la que vive el hombre de hoy, estresado, enojado,
cansado, triste, sólo porque ha olvidado que la vida la tiene que disfrutar
desde perspectivas menos frívolas y hedonistas, al final triviales. El
crecimiento del ser humano esta en la paz espiritual que logre acumular.
Reconocerse en la otredad es el secreto pues, yo sólo puedo ser a través del otro.
“No
se trata, en efecto de desenmascarar ni disolver errores, sino que se trata de
verlos como el manantial mismo de la riqueza que nos constituye y que da
interés, color, ser, al mundo”[9]
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